lunes, 30 de agosto de 2010

Sahara

Y es que estos días ha saltado a la palestra la noticia de los cooperantes españoles que han sido detenidos en el Sáhara Occidental (El Aioun) por la gendarmería marroquí. Esto ha hecho que se me vengan a la cabeza miles y miles de recuerdos, en su día me impliqué bastante en esta causa y la tengo algo olvidada.
A modo de resumen, esta ha sido mi trayectoria en pro de la causa saharaui:
Cierto día me ofrecieron irme a un sitio llamado Tindouf en Argelia, en esas fechas era un auténtico desconocedor de todo lo que me esperaba en aquel sitio, solo sabía que tenía que ir a entregar una planta desalobradora a un tal Frente Polisario (incultura absoluta por mi parte que pensé que ese era el calificativo de un señor) en pleno desierto del Sáhara.
Poquito a poco me voy dando cuenta en los preparativos del viaje del sitio al que iba, que era todo mucho más complejo y sensible de lo que yo podía imaginar, empiezo a asimilar conceptos y acontecimientos como son la "Marcha Verde", el "Frente Polisario", los "Territorios Ocupados", los "Territorios Liberados", las "Wilayas", el "Muro de la vergüenza",,y sobre todo empiezo a asimilar que voy a un sitio perdido en el corazón mismo del desierto más infernal de la Tierra donde malviven más de 200.000 refugiados, que por uno u otro motivo han acabado en aquel sitio.
La estancia (o estancias porque he tenido el privilegio de ir en dos ocasiones (periodos quincenales ambos)), fue única, un antes y un después en la forma de percibir la vida misma. Tuve la oportunidad de acercarme a los territorios liberados (a un sitio llamado Birlehlu), donde se supone que un contingente de las naciones Unidas, denominado MINURSO, controla el Alto al Fuego declarado hace ya décadas por parte del Polisaio y del reino de Marruecos. En este sitio comprobé hasta donde es capaz de llegar el ser humano. Se trata de un sitio hostil, inhospito, salvaje, desalentador, etc. un sitio por el que no merece la pena luchar.
Llegué a comprender que para los saharauis es demasiado importante recuperar ese terrero (lo que se denomina Territorios Ocupados), porque es su tierra, su casa, mucho antes de la colonización española. De allí fueron expulsados, perseguidos, vapuleados, bombardeados, violados (y no solo físicamente), hasta que Argelia les otorgó ese trocito de infierno denominado Tindouf.
Para Marruecos, esos territorios les suministra poder, y dinero, demasiados kilómetros de costa para faenar en pleno Atlántico y sobre todo una herencia española en forma de minas de fosfato.
En la actualidad, Marruecos reprime cualquier posibilidad de retorno de esa tierra a sus dueños legítimos, los saharauis que aún permanecen en territorio ocupado viven reprimidos, y escondidos, sin poder alzar la voz, esperando quizás ese referendum prometido que lamentablemente pienso, jamás se va a realizar.
España tiene aún mucho que decir, pero verdad es, que Marruecos nos tiene cogido por los huevos y no conviene tenerlo de enemigo, pero tampoco podemos dejar de lado a esas 200.000 almas que en su día abandonamos.
Gracias a todos esos cooperantes y expatriados que día a día intentan facilitarles la vida a todas esas personas a las que les debemos tantas y tantas cosas, la más importante, SU LIBERTAD¡